Maryan, que estudió Contaduría Pública en el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, llegó por primera vez al Instituto de Estudios Regionales, en el 2006 para desempeñarse como auxiliar de investigación en varios proyectos. Durante los dos años que se desempeñó como auxiliar estuvo bajo la supervisión del profesor Carlo Emilio Piazzini.

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Después de estar dos años por fuera, en el 2010 regresó al Instituto para trabajar como contadora hasta que en el 2013 su cargo cambió por el de asistente administrativa, puesto en el que se desempeña actualmente. Durante los dos años que estuvo fuera del Iner, tuvo su segunda hija, Luciana Herrera.

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A Maryan le gusta estudiar, por eso ha tomado varios cursos, todos con el propósito de mejorar su rendimiento dentro del Instituto. En el 2013 terminó su especialización en Evaluación y formulación de proyectos socioeconómicos en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia. Su amor por el conocimiento no solo se limita a ser estudiante, pues uno de sus secretos es que siempre quiso ser docente, pero declinó de esa idea porque le aterra hablar en público.

Esta mujer, de gran sonrisa, es amante del deporte, el cual inició de manera regular hace ocho años en el grupo PROSA de la Universidad de Antioquia. Hace cuatro, abandonó el grupo para ejercitarse en compañía de su esposo con quien asiste al gimnasio todos los días de 5 a 7 de la mañana. A ella no le importa madrugar para cumplir con su rutina diaria, que consiste en realizar ejercicios cardiovasculares y de tonificación con pesas, pues esta contribuye a su bienestar físico y mental. Además de ejercitarse, Maryan cuida su alimentación y le gusta cocinar, aunque por cuestiones de tiempo solo lo puede realizar los fines de semana, ya que los otros días dedica su tiempo libre a compartir con su familia.

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Entre sus compañeros de trabajo se ha caracteriza por ser alegre, entusiasta y siempre dispuesta a ayudar, razón por la cual, además de cumplir con sus obligaciones laborales, hace parte del comité de Clima Organizacional del Instituto. Afirma que una de las cosas que más le gustan de trabajar en el Iner, es que “el ambiente laboral es muy tranquilo, uno siente el apoyo de los compañeros, siente que puede contar con los profesores y con Vladimir, el actual director del Instituto. La verdad, yo me siento muy feliz de venir a trabajar cada día”.

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Maryan ha tenido muchas vivencias en el Iner, entre las anécdotas que más recuerda está las veces que la anterior directora, Claudia Patricia Puerta, le llamaba la atención por su risa, que se escuchaba en toda la oficina. Sin embrago, el ser alegre y risueña es la manera que tiene de expresar su buena actitud al enfrentar las tensiones y dificultades que surgen en el quehacer diario del trabajo. Para sus compañeros y compañeras, esas características son la esencia que le han hecho ganarse un lugar especial en sus corazones, y esperan que las siga poniendo en práctica mientras esté compartiendo con ellos el ambiente laboral, pues son precisamente esos aspectos, sumados a la responsabilidad, cordialidad y respeto, la manera particular y especial que ha tenido ella de contribuir al bienestar de todo el equipo de trabajo.