En este se realizó un trabajo de campo guiado por una serie de visitas a las instituciones educativas, diálogos y entrevistas a maestros, maestras, estudiantes, padres y madres de familia y directivas docentes que posibilitaron identificar las múltiples experiencias pedagógicas que se viven en la escuela, y cuyo espectro incluye tanto aquellas prácticas y estrategias que surgen al interior del aula escolar, como aquellas que desbordan las paredes de la escuela para vincular a las familias y a la comunidad educativa. Este proceso permitió identificar las dinámicas propias de la escuela y cómo las experiencias que los maestros y las maestras desarrollan inciden esas dinámicas; además, es un ejercicio que generó en los maestros y maestras valoraciones por su propia práctica, ya que nos encontramos con casos donde algunas maestras se preguntaban: ¿Pero esto que hago si será importante reconocerlo? ¿Si será una experiencia significativa?, inquietudes que con el trabajo de campo de los investigadores fueron resueltas al encontrar que se trataban de prácticas escolares y pedagógicas cotidianas de gran representatividad para los niños y niñas, pero también para los mismos maestros porque a través de sus relatos y narraciones se hizo posible reconocer sus reflexiones, aprendizajes, hallazgos, logros y reconstrucciones.